martes, 16 de junio de 2015

¿Cómo escribir cuentos sin libro previo?: El valle encantado

Autora: María Sánchez

Junto a la actividad comprensiva, lectora, visual que proponen tanto la lectura como el cine, debemos animar a nuestros chicos/as a  que cojan  el bolígrafo y comuniquen por escrito sus ideas, sus experiencias y vivencias respecto al mundo que le rodean con el fin de agudizar esa capacidad de observación y ejercitar la creatividad e imaginación. Para ello voy a proponer alguna actividad que les puede resultar interesante a través de la película: The Land Before Time (En busca del valle encantado en España y La tierra antes del tiempo en Hispanoamérica) (1988) dirigida por Don Bluth, producida por Universal Studios y con Steven Spielberg y George Lucas como productores ejecutivos. Contó además con una banda sonora compuesta por James Horner.


"En una era muy lejana de volcanes en erupción y peligrosos movimientos de tierra, un pequeño Apatosaurus (en la película, un cuello-largo) llamado Piecito (Pie Pequeño en algunos países de Hispanoamérica) se encuentra de pronto teniendo que sobrevivir por sí mismo. Es la única cría de su manada, compuesta por su abuelo, su abuela y su madre. Durante «la gran sacudida» (un terremoto), su madre muere luego de enfrentarse a un Tyrannosaurus rex (en la película llamado Diente Agudo). Piecito parte entonces en busca del legendario Gran Valle y por el camino, que su madre le había indicado antes de morir, conoce a otros cuatro jóvenes dinosaurios que se unen en su búsqueda: el bocazas (Saurolophus) Patito (Ducky en algunos países de Hispanoamérica), la tres-cuernos (Triceratops) Cera, el cola-de-púas (Stegosaurus) Púas (Spike en algunos países de Hispanoamérica) y Petrie (pronúnciese «Petri»), un volador (o pterosaurio, aunque estos animales no fueran en realidad dinosaurios sino un grupo aparte). Es un viaje lleno de sorpresas y peligros en el que la pequeña pero valiente pandilla tendrá que enfrentarse a los más temibles depredadores y a innumerables desafíos, para descubrir nuevas lecciones de vida y la importancia de trabajar en equipo."


ACTIVIDAD 1: Cuento desordenado
Objetivo: Se trata de ordenar el cuento siguiendo la lógica del relato.
¿En qué consiste? Después de ver la película, dispondremos del relato del cuento o haremos nosotros uno propio adaptándonos a la edad de madurez de nuestro pequeño/a, lo cortaremos en tiras, y le dejaremos que lo ordene. Intentaremos apoyarlo en la actividad cuando se sienta perdido/a o no sepa cómo continuar, pero no  haremos su labor.
También podemos hacerlo a la inversa, primero, llevar a cabo la resolución del cuento desordenado para saber cómo cree él o ella como se desenvolverá la historia que van a conocer y luego ver la película. Se puede hacer más agradable y ameno, formando grupos con familia y/o amigos.

ACTIVIDAD 2: Cuento encadenado
Objetivo: Crear un  cuento a partir de una frase sencilla.
¿En qué consiste? Elegiremos una frase que nos guste de la película, la apuntaremos y la siguiente frase comenzará con la última palabra de la anterior, y así sucesivamente.

ACTIVIDAD 3: Lectura dramatizada
Objetivo: Leer los textos escritos con la debida entonación.
¿En qué consiste? Para realizar esta actividad, necesitaremos la colaboración de amigos y/o familiares. Propondremos un texto teatral basado y adaptado a la historia de Piecito, contaremos con tantos personajes como personas que participen para desarrollar la obra teatral y no nos olvidemos del narrador. Para hacerlo más real, podremos grabar la actuación y preparar un buen vídeo con tomas falsas. Siempre respetando la privacidad de cada uno y obteniendo el permiso de los padres de los participantes.

ACTIVIDAD 4: El cuento al revés
Objetivo: Desarrollar la capacidad de concentración y de atención.
¿En qué consiste? Damos la vuelta a los cuentos, igual que lo hacemos con el calcetín. Por ser una actividad delicada, que exige mucha concentración, elegiremos una parte de la historia sencilla. Es preferible que se cuente oralmente. No es preciso acordarse de todas las palabras pero se requiere ser fiel al contenido.

ACTIVIDAD 5: Cartas de cuento
Objetivo: Además de familiarizarse con la lectura, potenciaremos que se fije en cada una de las partes para desarrollar el formato de una carta.
¿En qué consiste? Escribir una carta al villano/a, en este caso al Tiranosaurios Rex para que entre en razón y no haga daño, preguntarle por qué está tan malhumorado o incluso convencerlo de que comience a comer más saludable o a uno de los personajes con las que se sienta a gusto y/o identificado.

ACTIVIDAD 6: Pasar un cuento a comic
Objetivo: Familiarizarse con las viñetas y el lenguaje del cómic.
¿En qué consiste? Dependiendo del desarrollo madurativo del niño/a, facilitaremos unas viñetas para que las coloree y podemos ayudarle a pegar frases sencillas como bocadillo.
Si vemos que se desenvuelve y que le apetece dibujar en las viñetas, dejaremos que potencie su potencia artística con colores de todo tipo y/o materiales reciclables, naturales, etc. E incluso podemos hacer nuestro propio librillo,  una vez que lo termine realizar la portada y contraportada, graparlo y listo para leerlo de noche o presentarlo a ese familiar que no pudo participar, incluso compartirlo en clase con el resto de compañeros/as.

ACTIVIDAD 7: Modificar el final
Objetivo: Fomentar el proceso creativo a través de cómo nos gustaría que sucediesen los hechos.

ACTIVIDAD 8: Personajes de cuento
Objetivo: Familiarizarse con los personajes de la historia y sacarlos de  su medio natural, por ejemplo que fueran a la sabana o hicieran un viaje a París.

ACTIVIDAD 9: Cuentos con valor
Objetivo: Identificar y reconocer los valores que encierra la historia.
¿En qué consiste? Es innegable la cantidad de valores que transmiten los cuentos tanto en libros como las películas, nos llegan a tocar el puntito emocional de tal manera,... Y tienen ese don de transportarnos a esa realidad y vivirla como tal. La idea es ayudarlos a identificar valores como: la amistad, el amor, la libertad, la constancia, el respeto, la generosidad,...

ACTIVIDAD 10: Mi amigo el diccionario
Objetivo: Manejar el diccionario
¿En qué consiste? Cada vez que tenga una duda sobre una palabra, nada mejor que buscar juntos el significado de ésta y enseñarle que es divertido aprender a curiosear por uno mismo. Seguramente que a más de uno/a le surja el trol de la pereza, nada mejor que vestirse con capa, ponerse el sombrero y coger la lupa, para como buenos investigadores resolver tal enigma: ¿qué secreto esconderán las palabras?

ACTIVIDAD 11: Intercambio de roles
Objetivo: Hacer partícipe a la familia.
¿En qué consiste? Los niños serán los padres, y los padres, los niños. De esta manera, los peques asumirán el  papel de hacer las preguntas sobre la película para saber si sus padres han estado atentos y les ayudarán a resolver las dudas que puedan tener. Una actividad enriquecedora para ponerse en el lugar del otro.


Hay muchísimas actividades que podéis adaptar no solo a esta película, sino también a fábulas o cuentos inventados, si queréis tener más propuestas como las que he mencionado, hay un libro muy interesante que os puede servir de ayuda, "Cómo escribir cuentos: 66 propuestas" por Germán Díez Barrio. También os animo a que desarrolléis vuestras propias ideas, se hace más amena y es una bonita propuesta para comenzar a conectar con el talento oculto no solo de vuestros hijos sino de vosotros mismos.

Fuente imágenes:

martes, 9 de junio de 2015

De princesas, mujeres e icebergs

Autor: Martes de cuento
Twitter: @MartesdeCuento


No solo me molesta el ataque continuo a los cuentos de hadas clásicos protagonizados por princesas, algunos de los cuales dan 500 mil vueltas a más de uno actual, sino que esta animadversión hacia ellos me preocupa profundamente. 


Defiendo que los clásicos ni están obsoletos, ni son perjudíciales, e insisto en que deberíamos guiarnos un poco más por la calidad literaria y no tanto por algunos supuestos valores a la hora de elegir un buen cuento para el público infantil.

La superficialidad de la que hacen gala aquellos que los demonizan, sin pararse a valorar el contenido en toda su dimensión, y lo que es aún peor, los que directamente aplican en ellos una mala censura desde la óptica adulta, llena de prejuicios y a años luz de la mentalidad infantil, pone de manifiesto el perfil de nuestra sociedad occidental, tan llena de contradicciones y tan tendente a la moral de quita y pon, adaptable a la conveniencia individual según las circunstancias.

Intento explicar mi punto de vista con la brevedad a la que me obliga este artículo y dejo la puerta abierta a futuras reflexiones sobre este controvertido y complicado tema.

Cuando un niño lee, sabe que lo que tiene entre sus manos es pura fantasía y no obstante, de forma inconsciente busca en los libros, además de diversión, referentes aplicables a sí mismo que le sirvan de ejemplo para superar sus conflictos y miedos, desechando aquello que no le es útil e incorporando a su psique lo que sí le sirve; exactamente igual que hacemos los adultos cuando nos enfrentarnos a un texto.

Si el niño lee que la gente vuela, estará, tal vez, superado el miedo a separarse de sus padres. Cuando regrese a la realidad constatará que volar es pura fantasía para un ser humano, pero habrá obtenido un provecho inconsciente de esa lectura y se habrá fortalecido.

Si el cuento le cuenta que una mujer limpia la casa de unos enanos, es muy posible que aprenda el valor de la amistad, de la solidaridad y de la colaboración pero, además, al volver a la realidad constatará, de paso, que las mujeres, efectivamente, suelen limpiar las casitas y cocinar. La culpa, entonces, a quién se la debemos echar, ¿al cuento que ha leído o al ejemplo real que está recibiendo?

¿Las princesas de los cuentos son de verdad las culpables de que las mujeres no hayamos podido todavía liberarnos del yugo de ser vistas, y lo que es peor, de vernos en muchos casos a nosotras mismas como muñecas pasivas, complacientes, inferiores, cursis y señoras de su casa?

Pensar de ese modo es reducir al mínimo el problema y echar la culpa a lo más superficial, fácil e inmediato cuando, de hecho, es solo la punta del iceberg, porque seguimos alimentando la raíz del problema echando gasolina a ese fuego mientras intentamos apagarlo con dos gotas de agua escribiendo un cuento que reivindica, solo sobre el papel, la posición activa de la mujer en nuestra sociedad.

¿De verdad pretendemos cambiar la forma de pensar de los pequeños con una fantasía sobre princesas liberadas mientras el modelo real que les ofrecemos es el de la mujer que tiene horror a las canas, a las arrugas, a tres quilos de más o que no aceptan su aspecto y lo cambia continuamente con cirugía para tener contento a su príncipe azul? ¿Acaso somos conscientes de que nuestros actos son los que de verdad transmiten toneladas de actitudes machistas y que son estas la referencia real para los niños? ¿Renunciamos a la superficialidad e inutilidad de ciertas cadenas estéticas o sociales que nosotras mismas nos autoimponemos? Porque ese es, ciertamente, el mensaje que les estamos ofreciendo a nuestros hijos. Las denostadas princesas de los cuentos están hoy más vivas que nunca reencarnadas en muchas de las mujeres que las reprueban horrorizadas.

Podemos condenar al ostracismo a Blancanieves y a Cenicienta. Encerrar bajo siete llaves a Bella y a Rapunzel. Incluso podemos quemar de nuevo a todas las brujas en la misma hoguera que los cuentos clásicos, emulando Fahrenheit 451 y, seguidamente, dedicarnos a escribir sobre mujeres valientes, autónomas y liberadas, que si la realidad nos sigue contradiciendo, será esta la que prevalecerá sobre la ficción y será ese el modelo que seguirán los más pequeños.

Mi punto de vista es que hay que fomentar la buena lectura para construir personalidades críticas, con nosotros mismos y con nuestro entorno, y, sobre todo, predicar con el ejemplo, para no ofrecer mensajes contradictorios. Porque es, precisamente, nuestro ejemplo lo que más educa. Leer es un además, que nos permite disfrutar al mismo tiempo que vamos creciendo y transformándonos como personas, tal y como ya reflexioné en mis artículos anteriores “¿Para qué sirven los cuentos?” y “La aventura de la lectura; un viaje a nuestro yo

martes, 2 de junio de 2015

Cenicienta


Autora: La maleta de Lili 

El reloj iba marcando los compases, tic-tac-tic-tac y las doce estaban punto de dar. Cenicienta bajo, la escalera tan deprisa que un zapato de cristal perdió y el príncipe lo recogió prometiendo que se casaría con la dueña de dicho zapato.

Aunque, han pasado algunos años desde que vi la primera película de Cenicienta, producida por Walt Disney, en 1950, todavía recuerdo esas imágenes en mi mente.

Siempre, he pensado que la Walt Disney, se “cargaba” los cuentos clásicos con la producción de esas películas excesivamente endulzadas, en las que los “malos” eran vencidos y los finales felices cerraban la historia.  


Por ello, me sorprendió dulcemente, la versión extraordinaria de Maléfica, una espectacular historia magníficamente contada desde otro punto de vista, el de la “malvada bruja”; aunque no siempre las apariencias son lo que parecen.

Así que con el recuerdo de Maléfica, decidí darle otra oportunidad y me fui a ver con mi sobrina Cenicienta. La historia tiene como base el cuento clásico de Charles Perrault, con un reparto de lujo, sobre todo el papel que encarna Cate Blanchett de la madrastra Lady Tremaine.  

La Cenicienta, actual supera con creces el clásico de la Disney de 1950 por diferentes momentos en los que destaca el inicio de la historia, la importancia de los diálogos, la figura del príncipe, el Hada Madrina y el baile. La esencia se mantiene. Los personajes siguen siendo los mismos, salvo alguna novedad y un par de animales que desaparecen. Y el final lógicamente no cambia.

Aun así, Branagh, el director ofrece muchísimas respuestas en esta película donde al cuento de Perrault le añade pequeñas dosis de la historia de los hermanos Grimm. En su Cenicienta se responden preguntas tan variadas como: ¿Cuál era el nombre de la niña? ¿Quién la apodó así? ¿Por qué la madrastra y sus hermanastras no la reconocieron en el baile? ¿Qué fue lo primero que se dijeron el príncipe y ella al conocerse?

Si deseáis descubrir estas respuestas tendréis que ver Cenicienta, mientras os dejo con un párrafo de otra versión de este cuento. Espero que lo disfrutéis:

En la cocina Cenicienta estaba
quitándoles las vainas a unas habas
cuando escuchó los botes  _pam, pam, pam_
del coco de su hermana en el zaguán,
así que se asomó desde la puerta
y preguntó: <<¿Tan pronto y ya despierta?>>.
El Príncipe dio un salto: <<¡Otro melón!>>,
y a Ceni le dio un vuelco el corazón.
<<¡Caray! _penso_. ¡Que barbara su alteza!
Con ese me juego yo la cabeza . . .
¡Pero si está completamente loco!>>
Y cuando gritó el Príncipe: <<¡Ese coco!
¡Cortádselo ahora mismo!>>, en la cocina
brillo la vara del Hada Madrina.
<<¡Pídeme lo que quieras, Cenicienta,
que tus deseos corren por mi cuenta!>>.
<<¡Hada Madrina  _suplicó la ahijada_,
no quiero ya ni príncipes ni nada
que pueda parecérseles! Ya he sido
Princesa por un día. Ahora te pido
quizá algo más difícil e infrecuente:
un compañero honrado y buena gente.
¿Podrás encontrar uno para mí,
Madrina amada? Yo lo quiero así. . .
Y, en menos tiempo del que aquí se cuenta
se descubrió pronto Cenicienta
a salvo de su Príncipe y casada
con un señor que hacía mermelada.
Y,  como fueron ambos muy felices,
nos dieron con el tarro en las narices.

-Roald Dalh: Cuentos en verso para niños perversos-



Bibliografía consultada: 
 Les millors rondalles dels Germans Grimm. Editorial Combel, 2007
Cuentos en verso para niños perversos. Roald Dahl. Editorial Altea, 1987 
Webgrafía consultada: 
http://es.wikipedia.org/wiki/Cenicienta_%28Disney%29
http://peliculas.disney.es/cenicienta 
Los siete momentos en los que 'La Cenicienta' de Kenneth Branagh supera al clásico de Disney http://www.huffingtonpost.es/2015/03/27/cenicienta-kenneth-branagh_n_6878516.html

martes, 12 de mayo de 2015

Interpretación de los sueños infantiles



Autora: María Sánchez


A más de uno se le ha quitado el sueño cuando es papá y mamá, y la preocupación asciende cuando nuestros peques no pueden dormir o sufren constantes pesadillas y/o terrores nocturnos. Para empezar, no hay que alarmarse, si nos ven preocupados, fastidiados o malhumorados, se consigue un efecto rebote totalmente contrario al que pretendemos: conseguir que puedan tener un sueño reparador. Recuerdo que de pequeña solía padecer insomnio, ya desde bebé daba la lata para ir a la cama. Era un martirio para todos. 

Leí en algún lugar que hay que enseñar a dormir, ¡y yo pensando que ya venía de fábrica! Aquí entran muchos factores, si eres más o menos nervioso, si el ambiente es el adecuado, la temperatura de la habitación, el apego seguro que ya mencioné en alguna ocasión, una buena alimentación, ejercicio físico, rutina (muy importante),... No voy a hablar sobre las propiedades beneficiosas del sueño ni tampoco de las pautas que hay que seguir para llevar a cabo ese necesario descanso, recomiendo por tanto los libros del Doctor Eduard Estivill, especialista en Neurofisiología Clínica y pediatría. Actualmente, tiene una clínica del sueño y varios libros donde expone todas las reglas básicas tanto para que niños y adultos puedan disfrutar del placer de dormir.


Voy a hablar de cómo podemos abordar esos sueños que tienen los peques y que nos cuentan con tanto énfasis y lujo de detalles, de la manera en la que podemos ayudarles para que no les crean angustias o terrores. 
Primero debemos aceptar con actitud positiva cualquier sueño por muy breve, confuso o aterrador que sea. Todos los sueños, extravagantes o no, pueden ser un incentivo para la exploración creativa, seria genial por tanto que se pudiera incluir como parte de la conversación familiar del día a día pero ojo, no los presionéis si no han recordado nada, no es un concurso y tampoco mostréis desilusión. Puede pareceros un poco obvio esto, pero creedme, a veces nos volvemos un poco pesados o egoístas.

Pautas para compartir los sueños con vuestros hijos:

  • Aceptad positivamente esta tarea. Haced tiempo para ello, mostrad interés y respeto, sobretodo con los sentimientos y reacciones de los demás.
  • Tranquilizad con vuestras palabras y presencia afectiva a los niños que sufren demasiado con las pesadillas.
  • Estimulad la creatividad animándoles a que por escrito, mímica o cantando describan sus sueños.
  • Buscad soluciones entre todos a los problemas que aparecen como causa de los sueños.
  • Los sueños más recurrentes de los peques se basan en que son amenazados por insectos o animales, que les persiguen monstruos, que vuelan o caen, que están atrapados, que se paralizan ante algún peligro, que aparecen desnudos en público o bien que pasan un examen o prueba. El poder de los sueños supera muchas veces la ficción por así decirlo, y mejor que nosotros no lo sabe nadie, ya que hemos pasado por despertarnos pensando y afirmando que alguien estaba debajo de nuestra cama o con esa sensación de caer.

Algunas de las actividades que podemos hacer para tratar las pesadillas son:

  • Primero, preguntarles si quieren hablar de ello o si prefieren dibujarlo, puede que así no le asuste tanto. Luego incluso pueden romperlo o hacer un avión y mandarlo lejos.
  • Reducir el estigma de las pesadillas diciéndole que todos las tenemos, que no se preocupe que las pesadillas son preocupaciones que podemos trabajar en la vida real.
  • Colaborad ofreciéndoles recursos como: "¿Quieres que lo pensemos juntos a ver qué se nos ocurre para que el monstruo no te pueda hacer daño? ¿Y si lo metemos en una jaula, le tocáramos con una varita mágica y lo hacemos desaparecer? ¿Se te ocurre a ti algo?".
  • Ensayad alguna estrategia para combatir monstruos y que sea atractiva como: "Vamos a ensayar que engañamos al monstruo para que se meta en la jaula y luego lo cerramos con llave y tiramos la llave para que no te vuelva a molestar" O: " Podemos convertir el teléfono en una línea única para que llames a tu superhéroe favorito y le pidas que te rescate cada vez que vuelva el monstruo malo".

Desde mi punto de vista, lo más efectivo es convertir cualquier terror, pesadilla o mal sueño en humor sin llegar a la ofensa o burla.
Cómo diferenciar los terrores nocturnos de las pesadillas, pues bien, los terrores nocturnos  no son pesadillas, en realidad, son un desorden del sueño que afecta a los niños pequeños durante diez minutos y ocurren en el primer tercio del dormir, a menudo inmediatamente antes o después de haberse dormido. Durante este periodo, también ocurren otros desórdenes del sueño como el sonambulismo, hablar en sueños o mojar la cama (enuresis).

La principal clave para identificar el terror nocturno es que ocurre en las primeras horas del sueño y que vuestro hijo puede dar saltos y moverse de un lado a otro, chillar, llorar, gemir o gritar frases incoherentes.
Cuando les pasa esto a los peques, no suelen responder a nada o simplemente rechazan cualquier muestra de calma. Su respiración es acelerada, están muy agitados, tienen sudores y taquicardias. No suelen recordar lo que han soñado, es posible que griten que les atacan o les amenazan con muy pocas palabras.
Son bastante frecuentes entre los tres y los seis años.

Una pesadilla, en cambio, es un ensueño que puede causar una fuerte respuesta emocional, comúnmente miedo o terror, aunque también puede provocar depresiónansiedad y una profunda tristeza. La pesadilla puede contener situaciones de peligro, malestar o pánico físico o psicológico. Regularmente, las personas que la sufren o las sufren, se despiertan en un estado de angustia y con imposibilidad de regresar al sueño por un prolongado periodo de tiempo.


¿Qué pasa cuando son las influencias de la televisión las que participan en los sueños infantiles? Esto es inevitable, hasta la lectura de un cuento puede interceder en nuestro subconsciente y nos puede impactar alguna trama, porque en eso consiste el poder de la imaginación, somos desconocedores de todo su alcance pero sabemos que lo podemos trasformar y solucionar en la vida real.

No tiene nada de siniestro que un niño sueño con personajes de televisión ya que como hemos subrayado, los peques siempre sueñan con aspectos más prominentes de su vida diaria, sus familias, sus amigos, sus colegios, personajes de cuento, y si ven la televisión, con éstos también. Cuando los niños crecen y empiezan a intentar encontrar sentido al mundo que les rodea inevitablemente entran en contacto con la televisión. Y, como es lógico y natural, quieren entender lo que es ese potentísimo medio cultural. Sus sueños son una buena forma de avanzar en dicho proceso normal de curiosidad, reflexión y conocimiento. 

El mejor método práctico para entender lo que significa que el niño sueñe con una película infantil es preguntar qué siente el niño respecto a ese sueño y centrarnos en su reacción psicológica durante y después del sueño, así se puede intuir de forma muy útil el significado de la imagen o del personaje con el cual ha soñado. Igual tiene que ver con algún aspecto que está viviendo en la vida diaria o algún tipo de preocupación que le surja al haberlo visto como la pérdida del papá en el caso de El Rey León o de la mamá con Bambi. Sé que es una difícil tarea para encontrar el equilibrio entre la restricción y la permisión a la hora de ver la televisión, por eso los sueños de los chiquitines pueden ser una guía sorprendentemente segura.